¿Qué es la sinusitis y cómo se trata?
La sinusitis es una inflamación de los senos paranasales, que son unas cavidades llenas de aire que se encuentran alrededor de la nariz. La sinusitis puede ser causada por una infección viral, bacteriana o fúngica, o por una reacción alérgica o irritante. La sinusitis puede ser aguda o crónica, dependiendo de la duración y la frecuencia de los síntomas.
Causas de la sinusitis
La causa más común de la sinusitis es un resfriado común, que provoca una congestión nasal y una obstrucción del drenaje de los senos paranasales. Esto favorece el crecimiento de microorganismos que pueden infectar los senos paranasales y causar inflamación. Otras causas posibles de la sinusitis son:
- Alergias, como la rinitis alérgica o la fiebre del heno.
- Pólipos nasales, que son unos crecimientos benignos que pueden obstruir los senos paranasales.
- Desviación del tabique nasal, que es una alteración de la estructura ósea que separa las fosas nasales.
- Traumatismos o cirugías nasales, que pueden dañar los senos paranasales o alterar su drenaje.
- Enfermedades inmunológicas, como el síndrome de Sjögren o el VIH, que pueden debilitar las defensas del organismo y facilitar las infecciones.
Sinusitis crónica
La sinusitis crónica se define como una inflamación persistente de los senos paranasales que dura más de 12 semanas, o que se repite más de cuatro veces al año. La sinusitis crónica puede tener varias causas, como las mencionadas anteriormente, o ser idiopática, es decir, sin una causa conocida. La sinusitis crónica puede afectar la calidad de vida de las personas, ya que produce síntomas molestos y recurrentes, y puede aumentar el riesgo de complicaciones.
Sinusitis aguda
La sinusitis aguda se define como una inflamación de los senos paranasales que dura menos de 12 semanas, y que suele estar relacionada con una infección viral o bacteriana. La sinusitis aguda suele mejorar con el tratamiento adecuado y sin dejar secuelas. Sin embargo, en algunos casos puede complicarse y requerir atención médica urgente.
Síntomas de la sinusitis
Los síntomas más frecuentes de la sinusitis son:
- Dolor o presión en la cara, especialmente alrededor de la nariz, los ojos y la frente.
- Congestión nasal y secreción nasal espesa y amarillenta o verdosa.
- Pérdida del olfato y del gusto.
- Fiebre, malestar general y cansancio.
- Tos, dolor de garganta y mal aliento.
- Dolor de cabeza y dolor dental.
Los síntomas pueden variar según el tipo y la gravedad de la sinusitis, y según el seno paranasal afectado. Por ejemplo, si se inflama el seno maxilar (el más grande y ubicado debajo de los ojos), se puede sentir dolor en las mejillas o en los dientes superiores. Si se inflama el seno etmoidal (el más anterior y situado entre los ojos), se puede sentir dolor en el puente de la nariz o en los párpados. Si se inflama el seno frontal (el más superior y situado sobre los ojos), se puede sentir dolor en la frente o en las cejas. Si se inflama el seno esfenoidal (el más posterior y situado detrás de los ojos), se puede sentir dolor en la parte posterior de la cabeza o en el vértice del cráneo.
Tratamiento para la sinusitis
El tratamiento para la sinusitis depende del tipo, la causa y la gravedad de la misma. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, eliminar la infección si existe y restaurar el drenaje normal de los senos paranasales. Algunas medidas generales que pueden ayudar a tratar la sinusitis son:
- Beber abundante líquido para mantenerse hidratado y fluidificar las secreciones nasales.
- Aplicar compresas calientes o frías sobre la cara para aliviar el dolor y la inflamación.
- Realizar lavados nasales con solución salina o agua de mar para limpiar los senos paranasales y facilitar su drenaje.
- Utilizar descongestionantes nasales en spray o en gotas para reducir la congestión nasal y mejorar la respiración. Estos medicamentos deben usarse con precaución y por un tiempo limitado, ya que pueden causar efectos secundarios o rebote.
- Tomar analgésicos y antipiréticos, como el paracetamol o el ibuprofeno, para aliviar el dolor y la fiebre. Estos medicamentos deben tomarse siguiendo las indicaciones del médico o del farmacéutico, y respetando las dosis y los intervalos recomendados.
- Tomar antihistamínicos o corticoides nasales si la sinusitis está asociada a una alergia. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación y la secreción nasal, pero pueden tener efectos secundarios o contraindicaciones.
- Tomar antibióticos si la sinusitis es de origen bacteriano. Los antibióticos deben prescribirlos el médico, y se deben tomar siguiendo las instrucciones y hasta completar el tratamiento. Los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales, y su uso inadecuado puede provocar resistencias bacterianas.
En algunos casos, cuando el tratamiento médico no es suficiente o hay complicaciones, se puede recurrir a la cirugía. La cirugía consiste en realizar una endoscopia nasal, que es una técnica mínimamente invasiva que permite acceder a los senos paranasales mediante una cámara y unos instrumentos que se introducen por la nariz. La cirugía tiene como objetivo eliminar los obstáculos que impiden el drenaje de los senos paranasales, como los pólipos, las desviaciones o las infecciones crónicas.
Preguntas frecuentes sobre la sinusitis
¿Qué diferencia hay entre la sinusitis y la rinitis?
La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal, mientras que la sinusitis es una inflamación de los senos paranasales. Ambas condiciones pueden tener causas similares, como las infecciones o las alergias, y producir síntomas parecidos, como la congestión y la secreción nasal. Sin embargo, la sinusitis suele causar también dolor facial, pérdida del olfato y fiebre. La rinitis puede ser un factor predisponente para la sinusitis, ya que dificulta el drenaje de los senos paranasales.
¿Qué complicaciones puede tener la sinusitis?
La sinusitis puede tener complicaciones si no se trata adecuadamente o si se asocia a otros factores de riesgo, como las enfermedades inmunológicas o las malformaciones anatómicas. Algunas complicaciones posibles son:
- La propagación de la infección a otras zonas cercanas a los senos paranasales, como los ojos, el cerebro o los huesos de la cara. Esto puede provocar problemas graves como la celulitis orbitaria, la meningitis, el absceso cerebral o la osteomielitis.
- La formación de quistes o fístulas en los senos paranasales, que son unas bolsas llenas de líquido o de aire que pueden comprimir los tejidos circundantes y causar dolor o alteraciones visuales.
- La pérdida permanente del olfato o del gusto, debido al daño irreversible de las células sensoriales de la nariz.
¿Cómo se puede prevenir la sinusitis?
La prevención de la sinusitis se basa en evitar o tratar los factores que pueden favorecer su aparición, como las infecciones, las alergias o las obstrucciones nasales. Algunas medidas preventivas son:
- Mantener una buena higiene nasal, realizando lavados con solución salina o agua de mar regularmente.
- Evitar los ambientes secos, fríos o contaminados, que pueden irritar las vías respiratorias y favorecer las infecciones.
- Evitar el tabaco y el alcohol, que pueden alterar el funcionamiento de los cilios nasales y dificultar el drenaje de los senos paranasales.
- Vacunarse contra la gripe y el neumococo, que son dos agentes infecciosos que pueden causar
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